jueves, 5 de marzo de 2009

Quiero ir al Eco Truly!

Hola chicos:
Lean mi cronica, a ver si está tan buena como las de Gerardo.
Quiero ir al Eco Truly! Quiero ir al Eco Truly!(*)

(*) por: Maria Teresa Rodriguez Wong.

Qué es el Eco Truly. No sé, pero quiero ir. Y así es como empieza mi deseo vehemente de ir a ese lugar. Después de dos fallidos intentos por ir, y haciendo gala a la popular frase a la tercera va la vencida, y aprovechando del cumpleaños de mi amiga Patty -feliz cumpleaños, amiga- que quería fugar de Lima, agarramos nuestras chivas y nos fui para el Eco Truly. Alistar la mochila, llevar desde repelente hasta crema para después del baño, pasando por el pareo y la ropa de baño. Llenar una botellita con agua, para ahorrarnos la primera botella de agua, aunque me pasó por la mente llevarme una botella de 2 litros, pero no quise que mi amiga pensara, lo que ya todos saben, que soy una tacañaza.

Como buenas y experimentadas viajeras, no terminábamos de decidir por cual agencia nos íbamos, bueno nos tomamos un taxi hasta el centro de Lima, Carlos Zavala, y eso por donde es, preguntó el taxista, ahí donde están todos los buses, ah!! Bueno, vamos. Llegamos, compramos el pasaje de ida, el de regreso no lo vendían y nadie sabia darnos razón si podíamos comprar el de regreso, ni la que vendía los boletos en Lima, sabia si existía alguna oficina en Chancay donde comprarlo. Llegando allá, nos enteramos que en un kioskito del cruce venden pasajes. Empezaba nuestro viaje de aventura.
En el bus, que nos ponen esas películas horrorosas, que las compran por peso, cada cual peor, no entiendo porque siempre ponen películas chinas o películas donde todos se matan. No hay una romántica en el arsenal de piratilandia? Después de todo, ni sé porqué me preocupo por la película, porque siempre me duermo.

Pasamos Pasamayo, y algo nos tincaba que ya estábamos por llegar, así que le preguntamos al chofer que si queríamos ir al Eco Truly, donde teníamos que bajar? Eco Truly??? Ah!!! En Chacra Mar??? Ah!!! Si, ahí mismo. Pues bueno, tienen que bajarse ahí. Ahí? Dónde? Patty, Patty, ya tenemos que bajar!!! Paraditas en la encrucijada (realmente era el cruce de la carreteara con no sé que otra pista) pero yo me sentí en una encrucijada. Y voila!!! ( se pronuncia vualá y es francés) Un taxi blanco, como caidito del cielo. Maestro cuanto nos cobra al Eco Truly? Nos vio la cara. 5 soles. Y nos subimos. Así nos hubiera dicho 10, subíamos.
Bueno, por fin llegamos. Qué lindo!!! Llegamos. Nos dieron nuestra habitación, mejor dicho nuestro Truly, algo que por fuera parece un huevo de pascua, ovaladito, de colores, bien romántico… por fuera, porque por dentro era un cuartito chiquitito con dos camitas de una plaza , una tarima de maderita con su colchoncito, me pareció una celdita de convento. Ahí, ya estaba impresionada. Levantamos la mirada, y se veía un techo altísimo. ·ahuevado· si cabe el término, todo hecho de barro o algo semejante, sin pintar, exageradamente rustico. Hasta ahí, todo estaba Eco ( o sea ecológicamente aceptable). Pasamos por los servicios higiénicos, que también son “ecos”, y en ese momento quise renunciar a mis principios ecológicos. Les cuento el baño ecológico, es un balde, en donde haces tus necesidades de orden 1 y orden 2, y después de terminar le hechas, la “mezcla milagrosa” como le llaman ellos. En verdad debe tener algo de milagrosa, porque no estaba “tan mal”,pero obviamente no estaba bien. Ducha si había.

De ahí nos fuimos a dar una vuelta por ahí , bastantes árboles , el lugar es realmente apacible, invitando a la caminata y a la conversación, y muy a nuestro estilo nuestros pasitos nos llevaron al restaurante, con su pizarra de comidas, y había seco con frijoles, asado, tallarines rojos, anticucho!!!! Qué cosa!!! No que eran vegetarianos, y he venido para comer esto!!! … Falta de información, todo era con carne de soya, y en este punto no hubo la más mínima queja. Excelente cocina.

Aprovechamos la tardecita para ir a la playa, que está al ladito del hospedaje, estaba un poco heladita el agua, pero yo tengo el firme propósito de bañarme en todas las playas a las que vaya, para llenarme de la energía del agua del mar, aunque sea energía helada. La noche llego a sus dominios, y nos alistamos para dormir, prendimos un espiral, cortesía del hospedaje, dejamos la luz prendida, porque no queríamos quedar a oscuras, nos levantamos temprano, ya que de vecino tuvimos a un gallo gordo, que se encargó de despertarnos, bien temprano. Fuimos por un excelente y saludable desayuno, frutas, tostadas, yogurt y frutas, y agua de muña. El domingo, que es día del pueblo, todo el pueblo estaba en la playa, con su cebiche, su arroz con pollo y su tallarín, alquilando sombra, jugando voley y también futbol. Haciendo pocitas en la orilla, pero con una pala de verdad!!!! ( esas de albañil!!!!) Y nosotras, un par de tías, sentaditas en la playa, con protector solar, lentes para sol y pareo extendido en la arena, disfrutando de la playa, definitivamente no éramos de ese pueblo.

El viaje llegaba a su fin, y la suerte nos acompañó, porque un bus de excursionistas que había llegado de Lima, tenia asientos disponibles, que los compramos tan pronto como pudimos, el viaje de regreso estaba arreglado. Previas compras de dulces eco trulianos, alistamos nuestras chivas.

Un poco decepcionada, porque no era lo que esperaba, pero a pesar de ello tengo una íntima y secreta certeza, de que algún día voy a querer regresar.
Chilin1956@hotmail.com

("El Conchita" no se responsabiliza necesariamente en forma solidaria con los comentarios vertidos por esta autora)

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